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Egresada Buckingham: María Carolina Pardo Pérez

Los colegios miden su éxito en la capacidad para acompañar a los estudiantes a lo largo de su vida escolar. Siendo guías en su proceso de identificar, explorar y expandir sus talentos, ayudando a que los puedan alinear con un proyecto de vida que los lleve a cumplir sus metas y sentirse realizados. Que regresen a casa siendo egresados que han puesto sus sueños en acción.

Cada colegio puede tener miles de ideas sobre la habilidad que tiene para lograrlo, pero en Buckingham School nos sentimos muy orgullosos de que sean los estudiantes que han recorrido estos pasillos quienes cuenten su historia. Es el caso de María Carolina Pardo Pérez, nuestra egresada, docente y madre quien cree firmemente en el proyecto que empezamos hace 41 años.

En el marco de nuestro aniversario, nos unimos como comunidad Buckingham, no solo para festejar 41 años de calidad educativa, sino para recordar las historias de nuestros egresados. Son ellos la razón de nuestra trascendencia. Carolina es un claro ejemplo de cómo nuestros sueños evolucionan a lo largo de la vida, del descubrir que la verdadera felicidad se encuentra en la virtuosidad de nuestras metas y sueños.

– Paola García, rectora Buckingham School.

Mis 40 años en Buckingham School

Por: María Carolina Pardo Pérez

A los seis años entré a estudiar en Buckingham School y empezaba primero de primaria. Recuerdo que el colegio era muy pequeño y mis amigos y yo éramos los “grandes” en la institución. Durante los once años de mi vida escolar pude hacer parte de su transformación. Año tras año sumaba un nivel escolar y con ello llegaban los nuevos y diferentes retos que este crecimiento traía. Viendo en retrospectiva, ser de los grandes del colegio, apoyar en el cuidado de los más pequeños, organizar presentaciones para los otros estudiantes y asumir roles de liderazgo ayudó en mi formación como una persona organizada, responsable e independiente, más allá de la educación académica como base de la profesión que elegí estudiar en la universidad: ingeniería civil.

Vuelvo ahora al colegio asumiendo el rol de docente y de mamá. Ver a mi hija crecer en el mismo colegio en el que yo crecí, un colegio en donde los valores se mantienen y el trato familiar de sus integrantes es la base de las relaciones, confirma mi decisión de escoger al Buckingham School como el colegio en el que ella es feliz y recibe los fundamentos para formarse como una persona íntegra, capaz de desarrollar las habilidades que el mundo actual, siempre en constante cambio, le exige.

Ser docente es el trabajo más grande que se pueda desempeñar, más allá de coordinar los estudios de un proyecto hidroeléctrico o una gran vía para nuestro País, actividades que realizaba cuando me desempeñaba como ingeniera civil. Ser docente es lograr un impacto en cada una de las vidas de mis estudiantes, es transmitir conocimiento y experiencias de vida para ayudarlos a crecer y a convertirse en lo que quieren llegar a ser.

Es crucial que cada persona defina su propia noción de felicidad, yendo más allá de los convencionalismos de éxito y bienestar establecidos por la sociedad. Uno de los criterios más importantes para ser feliz, es que aquello que yo persigo para mi felicidad, mis sueños y metas, sean virtuosos. Cada quien elige cuál es el sueño que quiere lograr y una de las cosas bonitas que descubrí en mi vida es que estar en el Buckingham School me ha permitido hacer realidad esos sueños. Todos somos líderes de nuestra vida y todos tenemos una chispa que nos hace especiales para lograr aquello con lo que soñamos y en lo que creemos.

Si eres uno de nuestros egresados y quieres contarnos tus logros y experiencias después de graduarte del colegio, escríbenos a marketing@cbk.edu.co o déjanos tus datos aquí.